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Lo esencial es invisible a los creativos: Lecciones de "El Principito" para comunicadores 🦊

  • Foto del escritor: Victoria Lazbal
    Victoria Lazbal
  • 28 may
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 29 may

el pirncipito y el zorro

En un mundo saturado de ruido, métricas, deadlines y algoritmos, El Principito nos recuerda que lo importante no siempre se ve, ni se mide, ni se vende. ¿Qué puede enseñarnos este libro maravilloso a quienes trabajamos con ideas, mensajes y emociones? Más de lo que pensamos y te cuento los motivos...



Las 5 enseñanzas de El Principito para comunicadores


ver con el corazon

1. Ver con el corazón, no con el alcance: Las métricas importan, pero no lo son todo. Como dice el zorro, “lo esencial es invisible a los ojos”. En un entorno donde muchas campañas se hacen para los datos, este libro nos recuerda que también hay que hacerlas para el alma.



principito y estrellas

2. Cuestionar lo obvio, como un niño: El Principito nunca da nada por sentado: pregunta, duda, observa. Esa mirada ingenua es clave para encontrar nuevas ideas. La creatividad se entrena más con preguntas que con respuestas.



el principito

3. Evitar convertirse en el adulto que lo explica todo: “El problema con los adultos es que siempre necesitan explicaciones”. En marketing y comunicación, a veces sobrediseñamos, sobreexplicamos, sobrejustificamos. Y perdemos la magia. No todo necesita KPI si conecta.


el zorro

4. Cuidar los vínculos: domesticar es crear relación: La relación entre el zorro y el principito nos recuerda que el tiempo invertido en una relación la vuelve única. Lo mismo con los públicos. La fidelidad y la comunidad no se compran: se cultivan.



El farolero

5. El planeta del farolero: rutina, propósito y creatividad: El farolero hace su trabajo cada día, aunque no lo entiendan. En el fondo, tiene una misión simple y constante. A veces, ser creativo también es tener estructura, método y propósito, incluso en lo más pequeño.




Conclusión

frase principito

Obviamente El Principito no es un manual de marketing, pero sí un recordatorio poderoso de por qué hacemos lo que hacemos: conectar, emocionar, imaginar. En tiempos donde la IA, los targets y los dashboards dominan las conversaciones, quizás lo más revolucionario sea volver a mirar como él: con curiosidad, empatía y sentido. Si aún no leíste este clásico libro o estás con ganas de repasar sus páginas, te dejo un enlace para que lo tengas online.

Vicky

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