¿Cómo entender, conectar y comunicar mejor a Boomers, Gen-X, Millennials y Centennials?

¿Acaso las marcas se han dado cuenta de que estamos en un momento donde varias generaciones tienen poder adquisitivo para adquirir sus productos o servicios? Seguro que sí, pero... ¿podemos hablarles y convencerlas de igual manera? Claro que no. Y este es el tema de hoy, obvio 😉.

Hoy hay 4 generaciones que comparten el escenario digital, pero cada una tiene sus propias reglas del juego. Desde los baby boomers que crecieron con la televisión, hasta los centennials que nacieron con TikTok, entender sus lógicas es clave para crear campañas que realmente conecten. En este artículo, quiero destacar las principales diferencias (y similitudes) entre generaciones y cómo las marcas pueden adaptarse para hablarles mejor.

1. Baby Boomers (1946–1964)

• Cómo consumen medios: TV tradicional, diarios digitales, Facebook.

• Valores: seguridad, familia, estabilidad, confianza en marcas reconocidas.

• Qué funciona: mensajes claros, tono formal, storytelling emocional.

• Ejemplo: campañas nostálgicas, fidelización y beneficios exclusivos.

2. Generación X (1965–1980)

• Cómo consumen medios: Email, Facebook, YouTube.

• Valores: equilibrio vida-trabajo, independencia, autenticidad.

• Qué funciona: mensajes prácticos, contenido útil, humor sutil.

• Ejemplo: contenidos de marca en formato video, soluciones reales para la vida cotidiana.

3. Millennials (1981–1996)

• Cómo consumen medios: Instagram, YouTube, TikTok, podcasts.

• Valores: propósito, experiencias, transparencia, sostenibilidad.

• Qué funciona: campañas con causa, UGC (contenido generado por usuarios), humor y autenticidad.

• Ejemplo: campañas de co-creación, influencers con valores, storytelling en redes.

4. Generación Z (1997–2012)

• Cómo consumen medios: TikTok, Instagram, Twitch, BeReal/Snapchat (aunque ya no).

• Valores: inclusión, diversidad, rapidez, entretenimiento.

• Qué funciona: contenido visual, rápido y creativo; participación en trends; marketing de comunidad.

• Ejemplo: memes, challenges, colaboraciones con creadores nativos digitales.

¿Qué tienen en común?

Aunque a veces parece que cada generación vive en un planeta distinto, hay algunos puntos en común que pueden ser valiosos para las marcas. En general, todas las generaciones valoran la honestidad. Quieren saber qué hay detrás de una empresa, qué representa y cómo actúa (transparencia y autenticidad a full). También hay una necesidad compartida de sentirse escuchados, de ver reflejadas sus emociones, intereses o problemáticas en los mensajes que reciben. El humor bien utilizado, las historias humanas, la estética cuidada o las propuestas con propósito son elementos que pueden conectar con públicos diversos, siempre y cuando estén adaptados a sus códigos. Y algo que se vuelve cada vez más transversal: el poder de lo simple, directo y visual. En un mundo de exceso de estímulos, la claridad se agradece a cualquier edad.

¿Cómo construir campañas multigeneracionales?

Diseñar campañas que impacten a distintas generaciones al mismo tiempo es posible, peeeero requiere una mirada estratégica y empática. No se trata de intentar hablarle igual a todos, sino de entender qué parte del mensaje resuena con cada grupo y cómo adaptarla sin perder coherencia. Una campaña multigeneracional efectiva suele apoyarse en conceptos universales —como el amor, la pertenencia, la esperanza o el juego— y los presenta con varias capas: desde el mensaje más emocional o nostálgico, que puede conectar con Baby Boomers o Generación X, hasta recursos interactivos, visuales o colaborativos que llaman la atención de Millennials y Gen Z. Un buen ejemplo son las campañas navideñas de algunas marcas de retail, que combinan relatos familiares con activaciones digitales o experiencias en redes sociales. La clave está en pensar la campaña como un ecosistema que puede adaptarse a diferentes canales y formas de consumo, manteniendo una identidad sólida.

Conclusión

Si hay algo que aprendimos hoy es que entender las diferencias generacionales no es solo un ejercicio, sino que es una GRAN herramienta para diseñar mejores mensajes. Cuando hablamos su idioma, usamos sus códigos y entendemos sus valores, logramos campañas que resuenan de verdad. Esto es algo importantísimo que las marcas lo empiecen a incorporar en sus estrategias si aún no lo hacían... ¿Algunas vez habías pensado en todo esto? ¿De qué generación sos? Te leo 😎.

Vicky